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Auto cuidado en tiempos del COVID

La actual situación de cuarentena ha sido una alternativa gubernamental para disminuir el contagio por el virus COVID -19, estrategia que ha limitado el acercamiento social, como la creación de espacios presenciales en los que se comparta tiempo juntos, pues entre las medidas para mitigar el contagio existen métodos de prevención como el distanciamiento social, cierre de localidades, entre otras alternativas que han limitado el acercamiento social en la comunidad.



Por lo que nuestras vidas tuvieron que dar un cambio de 180°, haciendo que nuestros comportamientos “normales” o cotidianos fuesen limitados del campo social, haciendo que nuestras actividades sean mediadas por la distancia, a través del uso del internet, cambio que limito nuestro acercamiento social como convencionalmente lo conocíamos para, adaptarnos a lo que actualmente conocemos como “la nueva normalidad”. En este apartado la “normalidad” que dificulta el acercamiento social y que de acuerdo a las personalidades y puntos de vista de cada uno, han sido positivas o negativas en cuanto al desarrollo social que se tiene; Según (Esquivel, Sanchez, Ochoa, Molina & Muñoz, 2020) la limitación social ha generado diferentes respuestas emocionales a la comunidad, pues el desarrollar diferentes actividades como estudiar o trabajar ha supuesto un cambio importante que ha considerado el conocimiento de uso de tecnologías para la accesibilidad a estas.



(Monterosa, Davila, Mejia, Contreras, Mercado & Florez, 2020) mencionan que esta adaptación ha requerido una disposición horaria ajena al acercamiento o cumplimiento de una actividad, haciendo que se necesite una mayor atención a competencias transversales como lo son el manejo de tecnologías como computadores y uso de internet en general, competencias a las que no necesariamente se han establecido formas de apoyo transversal, como guías o acompañamientos que en casos tanto académicos como laborales han supuesto un verdadero dolor de cabeza para muchos. No obstante las medidas de prevención del gobierno Colombiano han hecho que no solo sean periodos de aprendizaje virtual ajeno a las actividades comunes que se realizan, comprometiendo también factores como la privacidad o los espacios individuales con los que se contaban, haciendo que actualmente sean nulos o casi imperceptibles, pues estos espacios ahora están acompañados por nuestros familiares o acompañantes a los que en estilos de vida anteriores no eran tan comunes encontrar, aumentando el estrés y riesgo de discutir por no tener espacios individuales y dejar de hacer las actividades que nos gustan, generando una carga de estrés comprometida a las actividades que nos limitamos a desarrollar por nuestros trabajos o instituciones educativas (Sandin, 2003).




Sin embargo, estos espacios de individualidad casi nula, nos hace replantearnos el ¿Qué tanto tiempo invertimos en nosotros mismos? ya que, separando los ambientes laborales o académicos (o ambos en algunas ocasiones) hacen que nuestros tiempos sean muy escasos para realizar las actividades que podríamos identificar como hobbies, como tocar guitarra, leer un libro, ver series, jugar videojuegos, entre otras. Por último, te invitamos a reflexionar en tu tiempo y el cómo usas este recurso para afrontar tu vida, muchas veces nos concentramos en cosas pasajeras, pero recuerda se trabaja para vivir y no se vive para trabajar, ¿realmente inviertes tiempo en ti o dejas que otros usen tu tiempo para lograr sus propias metas?


Referencias:


Esquivel-Acevedo, J. A., Sánchez-Guerrero, O., Ochoa-Palacios, R., Molina-Valdespino, D., & Muñoz-Fernández, S. I. (2020). Estrés, respuestas emocionales, factores de riesgo, psicopatología y manejo del personal de salud durante la pandemia por COVID-19. Acta Pediátrica de México, 41(S1), 127-136.


Monterrosa-Castro, Á., Dávila-Ruiz, R., Mejía-Mantilla, A., Contreras-Saldarriaga, J., Mercado-Lara, M., & Florez-Monterrosa, C. (2020). Estrés laboral, ansiedad y miedo al COVID-19 en médicos generales colombianos. MedUNAB, 23(2), 195-213.


Sandín, B. (2003). El estrés: un análisis basado en el papel de los factores sociales. International Journal of clinical and health psychology, 3(1), 141-157.

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